¡Asertívate! ¿Cómo hablar bien en pareja?

Hoy me da por pensar en la cantidad de años que llevo utilizando el transporte público (autobús y metro, sobre todo)... Estarás diciendo "A esta mujer se le ha ido completamente la pinza..." y no te quito razón :p 

Pienso en eso porque pasar horas de tu vida en el metro, por muy simple que parezca, al final te termina metiendo en un sin fín de reflexiones por tooooda la gente que ves y por toooooodo lo que tienes que ver y escuchar... y ahí, es de donde salió la idea de hacer esta entrada esta semana... 

A ver si te suena algo de esto... 

"No sé porque ha tenido que hablarme así... me lo dijo delante de todos y me sentí tan mal... (Una chica hablándole a su amiga sobre una discusión en el trabajo) 

 "Deja de decirme que voy a encontrar trabajo porque no lo voy a encontrar...¡métete la lengua en el p*** culo, me tienes harta! (Una chica hablándole a su novio)

"Mejor déjame a mi porque contigo tardaremos la vida...¡no vales ni para darle de comer!" (Un chico hablando a su pareja sobre su hijo) 

Y así millones de frases... ¿sabes a lo qué me refiero? Diariamente se producen discusiones entre personas. Es más, discutir es beneficioso, pero ahí va el quid de la cuestión: tod@s podemos y sabemos enfadarnos y discutir con otr@s, eso es fácil; lo difícil es hacerlo BIEN.  

Me voy a centrar en la pareja, aunque es necesario para todos los ámbitos de la vida. ¿Sabes qué es la ASERTIVIDAD? La asertividad forma parte de las habilidades sociales que una persona puede aprender/mejorar y consiste en expresar y defender mediante conductas y pensamientos nuestros propios derechos sin agredir a los demás ni sentirnos agredidos. Interesante, ¿no? 

¿Sabías que tienes DERECHO a DECIR NO o DECIR SÍ cuando tú quieras? Pues eso es lo primero a saber de la asertividad. Para despejar dudas, voy a ponerte un ejemplo: 

Te sientas en un restaurante a cenar. Cuando el camarero te trae lo que has pedido, te das cuenta de que la copa está sucia, con marcas de pintura de labios de otra persona. Podrías:

1. No decir nada y usar la copa sucia aunque a disgusto.
2. Armar un gran escándalo en el local y decir al camarero que nunca volverás a ir a ese establecimiento
3. Llamar al camarero y pedirle que, por favor, te cambie la copa.

¿Adivinas cuál sería la respuesta más asertiva? Cooooorrecto, la C. Las otras dos corresponden a los otros 2 tipos de comunicación: el pasivo (a) y el agresivo (b). 

Ya has adivinado por dónde voy, ¿no? El poder que esto tiene dentro del día a día de una pareja es brutal! Tanto que hasta pueden llegar a producirse situaciones realmente violentas, simplemente, por no utilizar de manera correcta nuestro lenguaje. 

Seguramente, hayas pensado alguna vez o te haya pasado que no te han molestado las palabras de alguien, si no el CÓMO ha dicho esas palabras... Ese es el punto. La asertividad busca el diálogo entre las personas, siempre desde el respeto mutuo. 

Pero, ¿se puede desarrollar una buena comunicación en pareja? ¡Claro que sí! Aquí te dejo algunos truquillos para que vayas entrenándote. Pero primero quiero recordarte tus derechos: 

-Derecho a interrumpir para pedir explicaciones. 

-Derecho a pedir ayuda emocional cuando la necesites. 

-Derecho a decir NO, sin temer perder una amistad o a una pareja. 

-Derecho a equivocarse (ser asertivo no significa tener siempre la razón).

Para poder comunicarnos bien con nuestra pareja (recuerda que esto puede extrapolarse a otros ámbitos: amistades, familia, trabajos... ¿O piensas que un jefe tiene derecho a hablarte y tratarte mal? Yo no lo creo, pero crea muchos debates...) necesitaremos: 

-Hablar desde el YO: tenemos que dejar de fijarnos en el TU-> "Es que tú siempre""Es que tú nunca"...y hablar desde lo que YO SIENTO o PIENSO->"Cuando me hablas así, me siento..." 

-Utilizar "me gustaría o me encantaría" para expresar lo que queremos: "Me gustaría que no vuelvas a decirme..." "Me encantaría que..."

-No generalizar:  no utilizar "siempre" o "nunca", si no cambiarlo por "a veces", "en ocasiones"...

-Referirnos a la conducta y no a la persona: lo que no nos gusta es la conducta o el comportamiento concreto, no la persona en general. En vez de "es que eres un vago porque nunca haces nada", sería mejor decir "Veo que hace días que no haces ninguna tarea en casa...me gustaría que me ayudaras más en casa".

-Validar las emociones del otro: recoger lo que nos está diciendo para después expresar nuestra opinión. Por ejemplo: 

• María: "¿Podrías ir haciendo la cena? Es que todavía tengo que ducharme y van a llegar tus amigos..." 
• Carlos: "Puff, no me apetece. Estoy cansado de trabajar y acabo de llegar...hazlo tú que seguro que te da tiempo" 
• María: "Entiendo que estés cansado porque has trabajado mucho y además te has levantado muy pronto. Pero te lo pido porque a mi no me da tiempo hacer todo, y después podremos descansar... Me gustaría que me ayudaras a que todo salga bien". 

-No utilizar la ironía, sarcasmo, chantaje: a veces, las formas "indirectas" de decir las cosas hacen más daño que las directas... 

Ya ves la importancia que tiene el lenguaje en una relación de pareja y la de problemas que puede traer si no se utiliza bien... Hablar es fácil, pero comunicarse, comunicarse es tooodo un ARTE :) 

Nieves L.P Psicóloga y Sexóloga